sábado, 6 de noviembre de 2010

RATZINGER, BARCELONA NO T'ESPERA




Dinero y más dinero es lo que mueve a la secta católica. Si hay que darse una vuelta a evangelizar a los anticlericales pero con el dinero de éstos, tanto la Iglesia como el Estado están dispuestos a que el Papa venga a decirnos lo malos que somos, los peligros de la laicidad, que los gays son una plaga y el aborto el acto execrable de mujeres que asesinan a sus hijos. Pero el dinero que proviene de tan criminal pueblo les viene muy bien a sus arcas, si hay que llenarlas, los escrúpulos morales se quedan a las puertas del Vaticano.

Barcelona ha sido una ciudad sitiada por la visita de Ratzinger, sus vecinos han sufrido terribles molestias, sus comerciantes no han hecho negocio, los laicos han sido estigmatizados por la prensa servil. Pero al final se ha demostrado que el Papa ha sido un bluff y que más allá de los cuatro fanáticos de casa y los que han venido de fuera a rellenar los huecos, que tan visibles se han hecho, la sociedad catalana no está por el Vaticano y su curia. Y menos con su dinero.


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